"Si alguna vez de pie al borde del abismo, lamentándome estaré el resto de mi vida si no me animé a saltar. Porque era el tobogán y yo el niño."
Mostrando entradas con la etiqueta Poesía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poesía. Mostrar todas las entradas
miércoles, 12 de febrero de 2014
Dos pececitos
Ya te habrás dado cuenta. Igual
te advertí: no suelo ser de este mundo. Me siento vivo
por eso el gusto de empaparme
en tu carita de calma y de estanque.
Dos pececitos claros
tus ojos,
nadando los siento y a vivas cosquillas,
agua bajo mis dedos. Ya te advertí,
al primer chapoteo no soy de este mundo, no sé,
me convierto
en pescador de tus ojos. Así
me vas haciendo vivir.
..............................
jueves, 2 de enero de 2014
Hoy será distinto
Hoy te voy a sorprender.
Todavía no llegué a casa y ya lo tengo decidido,
hoy será distinto, ya verás,
te voy a sorprender.
No me haré anunciar por un corro de mariachis,
ni pretenderé deslumbrarte
con un ramo de flores,
tampoco un pasacalles de muchos corazones.
No, hoy será distinto.
Hoy de verdad, te voy a sorprender.
Mientras esquivo la gente
que inunda las calles, ya puedo ver tus ojos.
Están abiertos, turbados, sorprendidos. ¡Ya lo vés!
Te lo había prometido.
Hoy seré,
seré el que casi nunca he sido.
Nuestros hijos se fueron hace mucho,
ya construyeron su propio nido.
Tanto tiempo pasó, hoy me he dado cuenta.
Pero hoy será distinto, ¡ya verás!
No seré nunca más el cobarde que casi siempre he sido.
Permíteme decirlo nuevamente:
"Hoy será distinto, créeme,
hoy te voy a sorprender".
No me mires así, no llores,
te lo había prometido.
Sé que hace mucho no te tomo de la mano.
Sé que hace mucho no te miro de esta manera.
Sé que he sido un cobarde, quizá un distraído.
Pero hoy es distinto.
Hoy ya fue distinto, ¿no es verdad?
Y discúlpame,
se me hizo un nudo en la garganta
cuando te lo he dicho.
Pero no llores, ¡ya lo ves!
hoy fue distinto.
Déjame reservarme la conquista,
el orgullo escondido,
de ser tan patético,
hoy inesperadamente valiente,
porque después de tanto tiempo,
te lo he dicho:
"te amo", "te necesito".
......................
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Yo quizás manco, quizás ciego
Todavía tragándome lo que queda de noche,
recuerdo la impasible tregua
de un pasillo vacío.
Te adivinaba la respiración
horizontal y arrullada
escapando por la celosía
de la buhardilla de enfrente.
Si no me pude contener, y no me arrepiento.
Si se me escaparon los bríos, y no me arrepiento.
Fue por haberte dibujado tanto
en mis cuadernos, usando el crayón verde
aguado en tus ojos.
¡Y cómo arrepentirme!
Si después de trasponer
un breve y oscuro campo de flores
me abrazaba tu boca
húmeda, rosada,
simplemente tu boca.
No recuerdo hasta dónde me hundí en tu cuerpo,
si a mis ojos cerrados,
si a mis manos abiertas,
te entregué por completo.
Aunque esta noche demasiado larga,
y yo quizás manco,
yo quizás ciego,
sigo tanteando en la hueca y oscura buhardilla
vacía de ti. Y no, no me arrepiento.
jueves, 24 de octubre de 2013
Mis cien palabras
Anoche temblé
un viento pasaba,
surcando la noche
me robó cien palabras.
No me di cuenta
hasta que por fin desperté
y al mirar en la ventana,
en el rastro del viento
esparcidos los versos
de mis cien palabras.
"Mis cien palabras
están destrozadas",
desesperado grité
siguiéndole el rastro,
al viento ladrón
y de mala fama,
que en su torbellino
y arremolinadas,
tuviera cautivas
a mis cien palabras.
Pero cómo se hace
para perseguir al viento,
que sobre nubes
se puede escapar,
no soy un pájaro
tampoco un fantasma
y con afán poder intentar,
emprender un solo vuelo
su escondite oculto
no se pueda encontrar.
Desde ese día sólo camino,
mirando, por si perdidas,
en el suelo de algún camino,
cien palabras poder encontrar.
un viento pasaba,
surcando la noche
me robó cien palabras.
No me di cuenta
hasta que por fin desperté
y al mirar en la ventana,
en el rastro del viento
esparcidos los versos
de mis cien palabras.
"Mis cien palabras
están destrozadas",
desesperado grité
siguiéndole el rastro,
al viento ladrón
y de mala fama,
que en su torbellino
y arremolinadas,
tuviera cautivas
a mis cien palabras.
Pero cómo se hace
para perseguir al viento,
que sobre nubes
se puede escapar,
no soy un pájaro
tampoco un fantasma
y con afán poder intentar,
emprender un solo vuelo
su escondite oculto
no se pueda encontrar.
Desde ese día sólo camino,
mirando, por si perdidas,
en el suelo de algún camino,
cien palabras poder encontrar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)